Sólo doce rincones de la Tierra acreditarán ser Comunidades Sostenibles cumpliendo el riguroso pliego de requisitos impuesto por el organismo internacional International Global Soustainable Tourism (GSCT) o Consejo Mundial de Turismo Sostenible. La Sierra Gorda queretana será uno de ellos, al haber asumido las obligaciones medioambientales y sociales que la convertirán, a partir de este diciembre, en mucho más que una Reserva de la Biósfera.
Los criterios de trabajo del GSCT, que fueron diseñados inicialmente para los sectores de operadores de alojamiento, con el tiempo se han desarrollado para abarcar toda la cadena productiva de la industria turística y hoy, basados en cuatro ejes de acción, cumplen con estos objetivos: Planificación efectiva de la sostenibilidad, maximizar los beneficios económicos y sociales para la comunidad local, valorizar el patrimonio cultural y reducir los impactos negativos al medio ambiente. Mediante su desarrollo y puesta en práctica, se busca que la comunidad turística internacional dé respuesta a dos de los Objetivos de Desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas: reducción de la pobreza y sostenibilidad ambiental (incluido el cambio climático).
Martha Isabel Ruiz Corzo, defensora de esta candidatura y directora de la Reserva de la Biósfera de Sierra Gorda, ha aportado nuevas estrategias para transformar el paisaje como un potencial no explotado de los mercados y ha señalado que “en automático Sierra Gorda se cotizará como destino turístico de primer nivel mundial”. Con esta certificación, en el período 2014-2017, Sierra Gorda gozará de una intensa promoción internacional llevada a cabo por GSCT y que compartirá con otros destinos internacionales, como Cusco (Perú). “Sentaremos un buen precedente de mínimo impacto en una zona natural protegida”, concluyó Ruiz Corso, convencida de que esta nueva conquista representará un importante impulso para la generación de mayores y nuevos negocios turísticos en esta zona.
La Reserva de la Biósfera Sierra Gorda, surgida hace 26 años, es conocida como «la joya verde en el corazón de México» y está integrada por 384 mil hectáreas, un 32 % del estado de Querétaro. A lo largo de este tiempo ha impulsado la generación de cientos de microempresas, principalmente en los rubros de agricultura, ganadería y artesanía. De acuerdo con la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), la Sierra Gorda queretana contribuye significativamente a la captura y almacenaje de carbono, y es una de las zonas con mayor riqueza de especies animales y vegetales en peligro de extinción.