Después de meses de escándalos por presunta corrupción en Hotesur ( la empresa que administra el hotel Alto Calafate) en manos de personas ligadas a Lázaro Báez, la Presidenta decidió reemplazarlos con integrantes de su familia, lo cual también es cuestionado.
De acuerdo a lo publicado recientemente en el Boletín Oficial, los hijos de Cristina Fernandez de Kirchner, Máximo y Florencia, pasan a ser directores suplentes. En la dirección general estará su sobrina Romina Mercado, hija de la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, mientras que su hermana, Giselle Fernández, y su nuera, Rocío García, también estarán en la dirección de la empresa.
En la década kirchnerista, esta es la primera vez que la familia presidencial aparece vinculada de modo explícito con uno de sus negocios y con altos cargos pese a que ninguno de los nombrados tiene vínculo ni experiencia alguna con el rubro turístico u hotelero.
El expediente judicial del caso Hotesur empezó tras denuncias periodísticas que alertaban sobre el funcionamiento irregular; con domicilio fiscal falso, sin tener inscriptas a sus autoridades y sin la presentación de balances contables, entre otras irregularidades.