Deja un comentario 
El vuelo 1161 de Aerolíneas Argentinas que partió desde Barcelona hasta Buenos Aires agregó un ingrediente especial al viaje, Guido Süller, fue el azafato designado para el recorrido de 13 horas de vuelo.
Según el relato de uno de los pasajeros a bordo, primero pensaron al reconocerlo es que se trataría del piloto “temimos por nuestro destino. Hay que animarse a dejar la vida en manos de Guido Süller. Su novio adolescente se vino a mi cabeza y una mezcla de risa y miedo se apoderó de mí y también de mi amiga. Era el broche de oro para unas vacaciones increíbles por Europa”.
Süller desempeñó su función y se encargó de recibir a unos atónitos pasajeros que no paraban de murmurar y discutir si se trataba del mismo personaje, quien previo al despegue anunció «Bienvenidos al vuelo 1161 de Aerolíneas Argentinas, mi nombre es Guido Süller y en nombre del equipo les deseamos un placentero vuelo», luego continuó con la versión en inglés «Hello, my name is Guido Süller.
Una vez en el aire, el azafato se acercó a repartir los papeles de aduana, haciendo algunas bromas durante el proceso “le entregó el documento a un pasajero que tenía a una mujer a su lado y le dijo: «¿Están juntos, no?» Al unísono y algo nerviosos respondieron que no. Y entre risas, Guido respondió: «Ay, ya los hacía pareja y una señora le mencionó sus apariciones mediáticas, a lo que él respondió «¡No, señora! Acá me porto bien», comentó el pasajero relator.
Luego del aterrizaje en Ezeiza, Süller procedió a despedir a los pasajeros con los protocolos de rigor y con una gran sonrisa que quedó plasmada en una foto improvisada que el pasajero en cuestión tomó valiéndose del zoom de la cámara de su móvil.
