Tras una serie de desregulaciones e intervención del Gobierno de Milei a favor de la libertad y achique del Estado, el mundo del transporte es uno de los que está en el centro de la escena en tanto avanzan con profunda desregulación del mercado aéreo pero también terrestre con los ómnibus de larga distancia. (Milei prende la «motosierra» con dos medidas que afectan al turismo)
Los ómnibus de larga distancia y el mercado aerocomercial sería desregulado sin necesidad de pasar por burocráticos esquemas a fin de liberar y no entorpecer la libre competencia.
Los principales cambios para el mercado aerocomercial pasan por la eliminación de las autorizaciones para entregar una ruta. Cualquier línea aérea local podría volar hacia donde quisiera.
En cuanto a los ómnibus de larga distancia, el que tenga capacidad de transporte y cumpla con los requisitos de seguridad, por ejemplo, puede poner servicios donde considere apropiado. Se podría resumir en que habrá mucha más libertad en los cielos y en las rutas. Aunque hay muchas dudas sobre cómo reaccionará el mercado, si habrá concentración de empresas y si quedarán destinos aislados por falta de conexión ante rutas no rentables.
Ya hay acuerdo para avanzar definitivamente en la eliminación total de las audiencias públicas como requisito para que las empresas aéreas soliciten rutas.
En el sector muchos esperan que siga vigente la exigencia a las compañías que hacen vuelos internos de tener tripulación argentina y aviones matriculados en el país. Es decir, una compañía según las leyes locales.
Otros consideran que Milei va a desregular todos los cielos argentinos. Es decir, que cualquier empresa pueda venir con tripulación y avión extranjero y servir una ruta interna. Semejante apertura tiene varios críticos, incluso dentro de la propia comisión que trabaja en la regulación del DNU, según detalla La Nación.