AMHM


Corría el año de 1922 cuando nace la Asociación de Administradores y Propietarios de Hoteles y su primer presidente fué don Lucas de Palacio. Es en el año de 1941 que la agrupación cambia su nombre por el que tiene actualmente, Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles. Indudablemente, es imposible hablar sobre la historia de la hotelería en México, sin hablar de don Lucas de Palacio, llamado por algunos como padre del turismo en nuestro país, ocupó el cargo de presidente de la Asociación hasta el año de 1940.

Toma su lugar en la difícil tarea de continuar su trabajo, Antonio Ruiz Galindo, cuya experiencia y poder de convocatoria le hicieron el candidato idóneo para liderar al gremio hotelero. Cabe resaltar que fué secretario de Economía por 19 meses durante el gobierno del presidente Miguel Alemán. Al igual que su predecesor, Ruiz Galindo tuvo una activa gestión como presidente de la AMHM, pues impulsó la creación de 20 filiales en diversos estados de la República, con lo que se inició así el proceso de unificación y fortalecimiento de la hotelería en México.

A lo largo de su vida, la AMHM ha sido presidida por hombres de reconocido prestigio, como Luis Osio y Torres Rivas, quien junto con Ruiz Galindo funda en 1941 nuestra asociación para después relevarlo en el cargo. Asimismo fué miembro de la Board of Directors de la American Hotel Association. También presidieron a la AMHM Daniel Sánchez, César Gándara Laborín y César Balsa Carralero, quien ocupó la presidencia del organismo sólo de 1963 a 1964, este inquieto empresario llegó a operar 35 empresas del ramo turístico.

Después de que Ruiz Galindo acepta nuevamente presidir a la Asociación de 1964 a 1965, le toca el honor de ser presidente a Jorge Rubio López, hombre de gran capacidad y experiencia que había sido ya presidente de la AMHM en la Ciudad de México por espacio de un año. Fue presidente nacional de 1965 a 1969.

Rodolfo Casparius Robledo fué vicepresidente de la AMHM durante 3 años, para después dirigir los destinos de nuestra agrupación en un lapso de 9 años, de 1969 a 1978, años difíciles para el gremio. Sin embargo, fué tal su dinamismo y entusiasmo que fué nombrado por la Asamblea General Ordinaria presidente honorario vitalicio, tal distinción la comparte con don Antonio Ruiz Galindo, el Lic. Miguel Alemán Valdés y el Lic. Horacio Casasús.

En 1978 toma posesión como presidente Gerardo M. López, originario de Monterrey, Nuevo León, fué miembro activo de todos los organismos privados en los que la hotelería tiene participación: fué vicepresidente de Turismo de la Cámara Nacional de Comercio, en la ciudad de Monterrey, presidente de la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles de Nuevo León y presidente nacional de la AMHM de 1979 a 1981; entre sus logros más sobresalientes destaca el haber incrementado la membresía de la agrupación en un 25% y adquirido las oficinas de la misma que en un principio fueron ocupadas como almacén.

Rafael Suárez Vázquez contendió, en el año de 1973, por la presidencia de la Asociación de la Ciudad de México, cargo que ocupó hasta 1980 para postularse, y ganar, la presidencia de la AMHM y presidirla hasta 1986. Como su antecesor, logró un incremento en la membresía del organismo, agrupándose en 69 asociaciones filiales del país. Durante su gestión, Rafael Suárez sentó un precedente al lograr que la Secretaría de Hacienda exentara del pago de impuestos de ingresos mercantiles a los visitantes extranjeros que presentaran su tarjeta de turistas.

Guillermo Rocha Garza presidió la AMHM de 1986 a 1988 y durante su gestión se adquirieron, por donativo, los primeros equipos de computación para la operación interna de la agrupación; se publicó el primer estudio estadístico de la hotelería nacional; se realizó el «Primer Seminario sobre Alta Hotelería»; se llevó a cabo un programa de capacitación de personal a nivel nacional en colaboración estrecha con la Secretaría de Turismo; se activó la participación de la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles en el ámbito internacional, mediante la inclusión de un representante mexicano en el Congreso Directivo de la Asociación Internacional de Hoteles (IHA), después llamada IH&RA (Asociación Internacional de Hoteles y Restaurantes). Tiempo después, Guillermo Rocha ocupó el puesto de director regional de la IH&RA para Latinoamérica.

Siguió el turno de Julio Berdegué Aznar, cuyo liderazgo comenzó en 1981, al ser nombrado presidente de la Cámara Nacional de la Industria Pesquera. En el ámbito de la actividad turística, fungió como vicepresidente de la Concamin, de 1988 a 1990; presidente de la Asociación de Hoteles y Empresas Turísticas de Mazatlán; presidente de la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles, representando a su vez al gremio hotelero ante el Consejo Coordinador Empresarial Turístico; y presidente de la Fundación para la Conservación de los Picudos.

César Raúl Ojeda Zubieta tomó posesión de la presidencia de la AMHM y dirigió sus destinos de 1990 a 1993, año que deja el cargo a Alfredo Tinajero Fontán, décimo cuarto presidente, a quien toca una etapa muy difícil para la hotelería organizada del país. Fue en este periodo que la AMHM sufrió una merma de consideración en su membresía que llegó a registrar sólo 490 socios activos; las arcas de la asociación quedaron vacías, alcanzando incluso un déficit superior a los 500 millones de los llamados viejos pesos.

Durante su gestión, logró inusitadamente el permiso de la Secretaría de Relaciones Exteriores para constituir la Cámara Nacional Hotelera, A.C., de la que es presidente fundador y cuyos estatutos van ligados a los de la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles. Incluso registró el nombre ante Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial. Tinajero Fontán logra una reestructuración financiera y administrativa de la Asociación, así como una nueva era de unidad y concordia entre todos los hoteleros del país.

En 1997, en la LVI Asamblea es electo de forma unánime Félix Romano Rahmané, quien contribuyó durante la gestión de Tinajero Fontán al rescate institucional de la asociación, desempeñándose en la presidencia del gremio hotelero de 1998 a 2001 y continuó con la labor de su predecesor para asegurar la continuidad del organismo.

En enero del 2001, por acuerdo de la Asamblea General Ordinaria, asume la presidencia Miguel Torruco Marqués, quien logra incrementar de 60 a 101 asociaciones filiales de todo el país; también consolidó el trabajo realizado por Tinajero Fontán y Romano Rahmané, y además posiciona sólidamente a la agrupación.

En el año 2005 es designado como decimosexto presidente nacional de la AMHM Jesús Nader Marcos, quien se caracterizó por su denodado esfuerzo en apoyar a las asociaciones filiales, representarlas en foros nacionales e internacionales. Actualmente se desempeña como presidente de la Comisión de Honor y Justicia del Comité Ejecutivo presidido y encabezado por Rafael Armendáriz Blázquez, en quien recae la nada sencilla tarea de continuar lo que, hace 85 años, comenzó como un sueño, una inquietud, un deseo de superación de un hombre llamado Lucas de Palacio.

Los objetivos de la AMHM son:

  • Fomentar el incremento de los establecimientos dentro de la organización, lo que permitirá el aumento de nuestra representatividad.
  • Participar en la formación y preparación técnica de personal que preste sus servicios en los establecimientos de hospedaje.
  • Estrechar las relaciones con organizaciones similares que funcionen en cualquier país del mundo.
  • Organizar reuniones, congresos y exposiciones en beneficio de la hotelería organizada.
  • Servir como órgano de consulta ante las instituciones oficiales en todo lo relacionado con el negocio del hospedaje.
  • Proporcionar a sus afiliados todo tipo de informes que ayuden al desarrollo de los mismos.
  • Ejecutar cuantos actos sean necesarios o convenientes para la protección de los intereses de los asociados. Representar a los hoteleros del país ante autoridades federales y el honorable Congreso de la Unión para promover leyes que garanticen las bases jurídicas adecuadas para la relación de los negocios.
  • Participar activamente en el proceso de desarrollo de la actividad turística del país, en beneficio de sus asociados y de la economía nacional.
  • Establecer vínculos y convenios permanentes con la Secretaria de Turismo, que permitan mayor cooperación con las distintas comisiones que tienen injerencia directa o cuyas acciones impacten o influyan en el buen funcionamiento de los establecimientos asociados.
  • Crear y desarrollar mecanismos de negociación que planteen y encuentren soluciones ante las diversas instancias gubernamentales, realizando acciones para defender los intereses de los agremiados.
  • Ser factor de convergencia y unificación de criterios entre sus asociados, para lograr un frente de opinión que se interprete como la expresión del sector.




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