Los cinco mexicanos que fallecieron ayer luego de que el helicóptero en que viajaban se estrellara cerca de la región del Everest, en Nepal, pertenecían a una misma familia que rentó un helicóptero para ver la montaña más alta del mundo desde el aire; sin embargo, la aeronave de la compañía Manang Air, se estrelló en las inmediaciones del monte. El piloto, originario de Nepal, falleció también en el accidente.
La Autoridad de la Aviación Civil de Nepal identificó a los turistas mexicanos fallecidos como Fernando Sifuentes, Abril González, Luz González Olacio, María José Sifuentes e Ismael Rincón, cuyos cuerpos fueron trasladados a Katmandú, Nepal, para realizar la autopsia.
La embajada de México en India informó a través de su cuenta de Twitter que trabaja en conjunto con las autoridades de Nepal para esclarecer lo ocurrido en el accidente. Después de la autopsia, los
cuerpos serán entregados a sus respectivas familias. La Secretaría de Turismo está en coordinación
con la Secretaría de Relaciones Exteriores nepalí para iniciar la repatriación de los cuerpos de los
cinco mexicanos.
El director de seguridad de vuelo de Manang Air, el capitán Prakash Kumar Sedhain, afirmó que la
familia mexicana fallecida decidió hacer este vuelo para ver el pico más alto del mundo después de ver en YouTube imágenes de la imponente montaña. “Era su sueño hacer la vuelta al Everest”, dijo Sedhain.
El informe inicial sugiere que el avión se estrelló debido al mal tiempo. La escena en el lugar del accidente muestra que no hubo fuego y los cuerpos estaban intactos. El helicóptero golpeó primero un árbol y luego se estrelló contra el suelo dentro del bosque.
Los perfiles en redes sociales de la familia mexicana fallecida en este accidente muestran fotografías de sus viajes por diferentes partes del mundo. Abril Sifuentes, una de las hijas, publicó en Instagram un retrato desde el Taj Mahal, en India, apenas unos días antes del fatal accidente.
Hace apenas algunos meses, otro helicóptero de la compañía Altitude Air se estrelló en una zona selvática en el distrito de Gorkha, en el norte de Nepal, provocando la muerte de seis personas, incluido el piloto, mientras que una pasajera sobrevivió.
El peor accidente aéreo de los últimos años en Nepal ocurrió en enero de este año, cuando un vuelo de Yeti Airlines se estrelló con 72 viajeros sin dejar supervivientes, un accidente atribuido por las autoridades a un error humano.