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Cada día se acrecienta la crisis política en Perú, lo que ha provocado el cierre de Machu Pichu, la joya de la corana del turismo del país andino. Desde el 13 de enero no se puede viajar al lugar porque se suspendió la operación del Ferrocarril Trasandino por bloqueo en la vía.
El cierre se mantendrá hasta nuevo aviso, lo que representa para el país la pérdida del 85% del turismo que llega al Perú y se concentra en Machu Pichu, un daño económico inmenso para la industria del turismo de ese país.
Las protestas se intensificaron en Cuzco, Ayacucho, Puno, Tacna y la capital de Perú y Lima, luego de que el miércoles pasado la policía disparó y mató a Renzo Candia, uno de los dirigentes de la comunidad campesina de Anta.
“Tenemos una crisis que se inició con la pandemia, que siguió con los 16 meses del Gobierno de Pedro Castillo, la otra pandemia, donde se buscó enfrentar a unos contra otros; y cuando empezaron las protestas buscaron tomar de modo estratégico los aeropuertos en el sur del país”, dijo a ABC Juancho Stoessel, CEO de hoteles Casa Andina.
Y agregó que, “en diciembre hubo una crisis porque los turistas se quedaron atrapados en Machu Picchu durante días pues se malograron las vías del tren, una situación similar sucedió en la ruta que une Cuzco y Puno. Estos hechos afectan mucho la imagen del país”, señaló Stoessel.
El CEO resalta la belleza histórica de Machu Pichu, “Si no pueden venir a Machu Picchu es muy difícil vender el país, es como ir a Egipto y no visitar las pirámides. El turista planea venir en otro momento. Y así se pierden cuatro millones de trabajos al año”, dijo.
Como lo informó REPORTUR.co, a inicio de enero una nueva oleada de incidentes callejeros estaba anunciada en Perú, especialmente en el sur más turístico, lo que ha puesto en alerta a los consulados de casi todos los países emisores de viajeros. (Perú: los disturbios de nuevo paralizan el turismo).
Londres, por ejemplo, advirtió a sus ciudadanos que los incidentes “pueden fácilmente extenderse a otros lugares del país. Estas protestas son impredecibles y pueden escalar rápidamente, incluyendo violencia”. De hecho ya había cuatro policías peruanos gravemente heridos como resultado de algunos enfrentamientos.
