Deja un comentario Un vocero de la Policía Metropolitana de Cartagena de la división de Infancia y Adolescencia dijo que “la Policía en Cartagena viene desarrollando actividades preventivas con hoteleros, transportadores públicos, entidades turísticas, para ejercer control de la explotación sexual de los infantes, reveló eluniversal.
La reacción viene ante la avalancha de críticas a un artículo de un periódico londinense que deja mal parada a Medellín sobre el manejo de la prostitución, se prendieron las alarmas en la sociedad civil cartagenera sobre este flagelo y su impacto en la población infantil y adolescente. En Cartagena una serie de marchas, la organización de un simposio y pronunciamientos oficiales empezaron a darse ante una problemática que toca a la ciudad por su condición turística.
El concejal Antonio Salim Guerra, tras un estudio que dice adelantó él mismo conversando con personas, funcionarios de ONG y autoridades y recopilando documentos, sostiene que “a pesar de que contamos con un Código de Infancia y Adolescencia hacemos poco. En Cartagena sí hay una práctica de turismo sexual con adultos, pero también con menores de edad”.
Guerra va más allá: “Existe una mafia internacional y transnacional, bandas criminales que mueven millones de dólares, cuyo negocio lucrativo se puede equiparar al tráfico de drogas y armas; que desde fuera del país contactan a seudo-operadores turísticos para traer extranjeros, estadounidenses, israelíes, españoles e italianos, en ese orden, que se hospedan en hostales, residencias y hoteles de bajó costo, cercanos a expendios de drogas, y a los que ofertan menores de edad”.
El concejal fundamenta su denuncia diciendo que: “Un informe de las Naciones Unidas coloca a Colombia en el tercer lugar del mundo donde se pone en práctica este flagelo el cual es una violación de los derechos humanos de niños, niñas y adolescentes y una forma de explotación económica similar a la esclavitud”. El concejal dice que Cartagena, Medellín y Bogotá, se han convertido en los principales destinos internacionales que ofrecen este combo o paquete turístico (sexo y drogas).
“La problemática social que afronta Cartagena en la cual un alto porcentaje de nuestra población está por debajo de la línea de la pobreza influye en que familias consientan que sus hijos e hijas menores de edad se vinculen al mercado del sexo”, afirma Guerra.
Para Rocío Castillo, secretaria de Participación ciudadana del Distrito, “No existe el turismo sexual, existe la explotación sexual de niños, niñas y adolescentes; lo estamos atacando, y encontramos que hoy se ha incrementado ese porcentaje, porque la gente está denunciando lo que antes callaba”.
