La hotelería cambiará y se adaptará a los nuevos protocolos y medidas de seguridad e higiene que establezcan tanto la OMS como los gobiernos de cada país. Desde el 2018 la cadena Selina abrió sus hoteles es varias ciudades de Argentina y tenía proyectado seguir su expansión, hasta que la pandemia del coronavirus modificó los planes.
En diálogo con REPORTUR.com.ar, Fernando Bigio, Head of Country de la cadena, explicó que los hoteles permanecen abiertos tanto en el país como en la región bajo estrictas normas para cuidar a los huéspedes y los trabajadores. “Esto implicó un desafío para nosotros en la industria hotelera. Nos hemos asegurado de que nuestros huéspedes se sientan seguros mientras se quedan con nosotros”, afirmó.
A su vez describió la situación que están viviendo en estos meses. “Hemos sido testigos de primera mano del impacto de la crisis en nuestros empleados, huéspedes y comunidades locales”, teniendo en cuenta que “operamos en destinos primarios, secundarios y remotos, en 20 países de todo el mundo, algunos de los cuales dependen únicamente del turismo”.
Reinventarse es la clave para este sector, teniendo en cuenta que la cadena ofrece habitaciones compartidas o el espacio de coworking, destinado a trabajadores nómades y viajeros que combinan trabajos y placer, características que diferencian a la marca de otros hospedajes.
“Los viajes volverán, pero serán diferentes, ya que la generación más joven los liderará y buscarán destinos asequibles y remotos que les permitan trabajar sobre la marcha”, explicó Bigio. Y describió las acciones que ya están llevando adelante: “Hemos limitado la ocupación en todos nuestros hoteles para permitir el distanciamiento social adecuado. Esto significa que nuestros dormitorios están operando a la mitad de su capacidad para cumplir con la regla de distanciamiento y para dar mucho espacio abierto para nuestros huéspedes”.
Además, explicó que para los trabajadores remotos y nómadas digitales, “estamos ofreciendo estancias extendidas y alojamientos alternativos en todas las locaciones de Selina”, subrayando que “hemos visto a ejecutivos, nómadas digitales y otros viajeros, escapar a Selina (en algunos casos durante meses) para continuar trabajando durante esta crisis”, finalizó.
Para finalizar, destacó cuáles son los desafíos para el resto del año: “Durante la cuarentena hemos sido testigos de cómo las personas eligieron (o hubieran elegido) intercambiar las ciudades grandes y densas, por pueblos pequeños y destinos remotos. El mundo saldrá de este período más sano y más atento”.