Estados Unidos, presa del miedo ante el estallido en China de un nuevo brote de neumonía mortal, ha impuesto que todos los pasajeros de aviones procedentes de la ciudad china de Wuhan tengan que pasar por unos controles específicos para controlar los síntomas de un coronavirus denominado 2019-nCov, en los aeropuertos de San Francisco, Los Angeles y Nueva York.
Los controles los llevan a cabo agentes del Centro de Control de Enfermedades (CDC). La enfermedad se detectó en Wuhan en diciembre. Se cree que se originó en algún tipo de marisco en un mercado de la ciudad. El virus puede extenderse entre los animales y humanos y puede expandirse rápidamente. La enfermedad ya ha llegado a Japón y Tailandia.
La enfermedad tiene los síntomas de una gripe pero es mortal. Provoca serios escalofríos primero y termina en neumonía. Dos hombres de unos sesenta años murieron en Wuhan. El segundo murió este viernes pasado. En Japón y Tailandia hubo otros afectados que habían viajado a Wuhan.
El riesgo es bajo en estos momentos, según Estados Unidos, pero es importante controlar la expansión en las primeras etapas. China antes había sido el foco de un virus de procedencia aviar que también durante unos días causó el pánico en Canadá y Hong Kong especialmente.