Esta es la reconstrucción del vuelo que pasó a la historia. Auburn Calloway, un empleado de Fedex que se enfrentaba a un posible despido, entró en la cabina, cuando el avión se encontraba a 20 mil pies de altura, y se agarró a martillazos con los pilotos. Su intención era matarlos y estrellar el avión para que su familia cobrara el seguro de vida.
Sin embargo, su plan fracasó completamente puesto que, pese a la sangre que perdieron los pilotos, estos lograron contener a Calloway y aterrizar. El agresor fue condenado a dos cadenas perpetuas consecutivas.