Dos pilotos muestran desde su cabina el aterrizaje al aeropuerto de Paro, Bután, considerado el más peligroso del mundo. El aeródromo está situado entre montañas y valles a 7.332 pies (2.237 metros) sobre el nivel del mar.
Solo 17 pilotos de todo el mundo están capacitados para aterrizar en este aeropuerto, que tiene una pista de apenas 1.200 metros de longitud.