Etihad, con 110 aviones en flota, canceló la compra de 42 aviones A350 con los que pretendía ampliar y modernizar su flota, devolviendo todos los del modelo A350-900 que había reservado, manteniendo los pedidos por 20 A350-1000, igualmente que mantiene los pedidos por 52 Dreamliners de Boeing y por 26 B777X.
Ello se sumó a que poco antes comunicaba a su plantilla que deberá despedir a 50 pilotos para ahorrar costes e intentar salir de sus problemas financieros, tras las millonarias pérdidas de los últimos años y las previstas para este 2019, después de un errático plan que le llevo a comprar aerolíneas fallidas como Air Berlin o Alitalia.
El objetivo original de Etihad, asociada a Air Europa, era competir con Emirates y Qatar, pero su debilidad hace dudar sobre si hay sitio para las tres, pues hasta se llegó a contemplar una absorción por parte de la primera, que no ha podido ejecutar por falta de capacidad.
En diciembre se supo que el administrador de la insolvencia de Air Berlín demandó a Etihad, que ostentaba la propiedad del 50 por ciento de la alemana, reclamándole 2.500 millones de euros, lo que supondría un obvio gigante problema para la aerolínea que en noviembre aterrizaba en Barcelona.
Los gigantes aéreos del Golfo están sufriendo por el petróleo barato y el dólar caro, y Qatar por el bloque político a Doha, pero ninguna de la región está peor que Etihad, que además compite con Turkish, por lo que parecen demasiados competidores.