Diversos factores hacen que los grandes hoteleros españoles, que lideran la presencia en los tres principales polos del Caribe –Cancún-Riviera Maya, Punta Cana y Cuba–, afronten una espiral de irreversible menor rentabilidad, ante la conjunción de ralentización de la demanda, bajada de tarifas, más competencia, mayores costes y aumento de impuestos, como recoge esta sección Fin de semana de análisis en REPORTUR.
En España, además, el Gobierno de de ese país dio la puntilla a los hoteleros locales con varias de las medidas que están en su mano, que se sumó a la caída de precios a causa de la mayor competencia de Turquía, Egipto y Grecia. Unido al Brexit y al descontrol persistente con Airbnb, lo que amenaza con tormenta perfecta para el gremio.
La patronal Cehat censuró a finales de noviembre el daño que el Ejecutivo de Pedro Sánchez está haciendo al Sector con la dotación “ridícula” para Turespaña que figura en su proyecto de Presupuestos, así como con los precios ruinosos del Imserso, además de por la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI).
A ello se le unen otras jaquecas políticas como los impuestos turísticos en Baleares o Cataluña, así como la salida de la Unión Europea del Reino Unido, que es el mayor mercado de viajeros para España, cuyo efecto se palpará aún más el próximo verano tras las caídas ya registradas la pasada temporada alta.
El resumen es que habrá más costes por subir salarios y por impuestos, a la par que habrá menos ingresos por las bajadas de precios y por la caída además de la demanda, sin que apenas se la estimule con promoción turística, con la consecuencia lógica de menos rentabilidad y amenaza para el empleo.
PRESUPUESTOS. El presidente de la Cehat, Joan Molas, criticó entonces el impacto que tendría para los hoteleros el primer proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) del Gobierno de Pedro Sánchez por su desprecio al Sector que ha sido el sustento de la economía española y del empleo en los peores años del país.
«La dotación presupuestaria de promoción hacia Turespaña es escasa, ridícula y grotesca», denunció Molas, al tiempo que reclamó “una mayor dotación presupuestaria teniendo en cuenta la aportación que el turismo supone para el conjunto general de la economía española».
Respecto al Imserso, que por cada euro que el Estado aporta, recupera 1,5 euros en base a las prestaciones que deja de pagar «porque los trabajadores siguen empleados”, dijo que en ”esto depende directamente de los PGE y si no hay, nos quedaremos como estamos».
La Cehat había tildado días antes el Programa de Vacaciones de Mayores del Imserso “es una ruina” para el sector, por lo que piden que los nuevos pliegos incluyan una mayor aportación para los establecimientos que pueda ser abonada vía Presupuestos Generales del Estado (PGE) o por los propios usuarios.
“El Programa de Vacaciones de Mayores es una ruina para los hoteles, pero un negocio redondo para el Estado, ya que por cada euro de los 69 millones que invierte, recibe 1,5 euros directos en concepto de cotizaciones sociales, IVA, impuestos y prestaciones dejadas de percibir,” apuntó la patronal en un comunicado remitido a Preferente.
SALARIOS. Molas también advirtió de que la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), propuesta por el Gobierno, tanto a través de los presupuestos, como de la aprobación de decretos-ley “va a incidir con seguridad de forma directa en las empresas”.
El presidente de la Cehat duda que la subida del SMI vaya a incrementar el trabajo, «cuando la prestación por desempleo es prácticamente igual» que lo que se puede cobrar en algunos lugares dentro del sector. «Un país con salarios fuertes es un país más equilibrado», ha reconocido Molas.
No obstante, la situación a este respecto es sostenible para los hoteleros siempre y cuando se mantengan «contraprestaciones» por parte del Gobierno. El líder de los hoteleros se refería así a que el Ejecutivo estatal no elimine los programas de formación.
“El papel de la administración es muy relevante a la hora de revisar la política fiscal y facilitar medidas que incentiven la inversión, además de promover inversiones públicas”, añadió Molas, pidiendo al Gobierno que dirija sus políticas “hacia una mayor homogeneización de la normativa”, en referencia a la Ley de Unidad de Mercado.
El presidente de la Cehat pidió al Ejecutivo que aborde el problema de la aplicación de tasas. “Nos preocupan muchísimo las ansias legislativas de algunas comunidades”, añadió el presidente de la Cehat, en clara referencia a Cataluña y Baleares, dos de las autonomías que incorporan este tipo impositivo, como recogió El Mundo.
INGRESOS. El invierno que va a comenzar no será como el de 2016 y 2017, con esa pérdida de rentabilidad y un panorama de estabilidad «no muy optimista por primera vez en tres años”, ya que habrá «cierta desaceleración en el consumo en España», según explicó el responsable de Turismo de PwC, Cayetano Soler, presentando el Observatorio de la temporada de invierno 2018-2019 de la Industria Hotelera Española.
España viene sufriendo en 2018 una desaceleración no vista desde los años de crisis ante la recuperación de la estabilidad en mercados competidores, como Egipto, Túnez y Turquía, que unida al desplome de la lira turca, encarece comparativamente los viajes a España.
“Si conseguimos mantener las cifras de 2017 sería un gran éxito, pero no parece que vaya a ser así”, confirmó Ramón Estalella, secretario general de la patronal hotelera, sentir compartido por el 40,7% de los empresarios hoteleros, que prevén una caída de sus ingresos de cara a los últimos meses del año, según una encuesta reflejada en el Observatorio.
Ante el descenso en llegadas y pernoctaciones, muchos empresarios han optado por recortar precios, lo que, junto al aumento de los costes, está haciendo caer ingresos y márgenes, amenazando el empleo. Más del 38% de los hoteleros prevé que su rentabilidad se reduzca en los próximos meses.
Ante la caída en las llegadas de viajeros procedentes de mercados tan relevantes como Alemania, Francia, Italia o Reino Unido, que han sido motores del crecimiento de la industria turística, Molas reclamó un cambio en el modelo que se centre en la calidad y en atraer nuevos mercados. Para 2030, el 80% de los turistas en Europa van a proceder de Rusia, China y países de Latinoamérica. Para ello, señaló que “hace falta una política de liberalización de visados”.
Sobre el exterior, Molas reconoció, como recoge Expansión que “el Brexit es nuestra gran preocupación, por el enorme impacto que puede tener en nuestro mercado”. Actualmente, Reino Unido es el principal mercado emisor de turistas a España, y el 40% de los británicos que van de vacaciones viaja a España.
En ese sentido, anunció que “hemos pedido al Gobierno una campaña de promoción de España en el mercado británico de cara al Brexit”. La patronal considera necesario que España pueda llegar a algún tipo de acuerdo bilateral a nivel aéreo y de tratamiento de los ciudadanos.
CONSECUENCIAS. El pesimismo que transpira el sector va más allá de los empresarios españoles. Los inversores extranjeros, incluso, “están fijando sus objetivos de inversión hacia otras zonas del mundo, como Turquía, Grecia, Italia, Portugal o Croacia”, alertó Molas.
España, así ve claramente amenazada la creación de más empleo turístico tras años de crecimiento incesante, al tiempo que los empresarios españoles, ante este escenario hostil de desplome de la rentabilidad, ven muy limitada su capacidad de expandirse como habían estado logrando hasta ahora.
Así, el panorama actual apunta a que el sector está en un “buen momento para la concentración”, como apuntaba el director de Expansión de Iberostar, Xisco Albertí, ya que la oferta nacional sigue estando muy atomizada, con empresas sin sucesores y que han capeado estos años pese a sus productos obsoletos, aunque ahora ya tendrán más difícil seguir en solitario.
Airbnb sigue operando con reglas distintas
Pese a algunos anuncios de autoridades políticas de que iban a empezar a imponer multas a Airbnb y aprobar regulaciones más restrictivas, la realidad es que la plataforma de alquiler turístico de viviendas sigue operando con normas más favorables que la de los alojamientos reglados.
Así, su oferta de plazas en España no deja de crecer, lo que de algún modo en los años del ‘boom’ dejaba más maquillado su impacto en el empleo, pero ahora este aumento masivo de la oferta, fruto de explotar el uso turístico en zonas delimitadas para residencial, es uno de los claros causantes del desplome de precios hoteleros.
La falta de una normativa marco estatal está siendo una de las grandes barreras para que las actividades que apenas generan empleo ni pagan impuestos estén teniendo un tratamiento mucho más favorable que aquellos que suponen muchas nóminas y una elevada factura fiscal.
¿El último boom para España?
Se alinearon los planetas para que España haya disfrutado de unos años de récord tras récord en el turismo. La crisis en el Magreb, el hundimiento de Grecia, o la fortaleza de las divisas de los mercados posibilitaron este ‘boom’, que se ha ido diluyendo con la práctica desaparición del terrorismo islamista y el desplome de las monedas de los destinos competidores. Además, ahora el foco de la competencia parece ampliarse con los planes de destinos de más largo radio como Arabia y Asia, mientras el low cost para la larga distancia se consolida. Y a nivel de mercados, el Brexit marcará un antes y un después para el que es el mayor emisor de turistas a España.