Jean Agarrista, presidente de la Asociación de Hoteles de la Riviera Maya, reconoció que la inseguridad ha afectado fuertemente a Quintana Roo con una disminución del arribo de turistas estadounidenses (Cancún y Riviera Maya: el turista nacional impulsa la ocupación).
“Estamos 30 por ciento abajo del mercado americano, lo hemos vivido este invierno, unos menos otros más, pero básicamente entre un 20 y 30 por ciento, es una realidad que venimos diciendo de hace mucho tiempo. Se ha podido estabilizar de cierta manera a partir de distintas acciones, pero ciertamente los números no son similares a lo que tuvimos el año pasado, que fue un año excepcional”, manifestó en diálogo con Sipse.
Esto, dijo, no se ha generado únicamente por las alertas de viaje lanzadas por diferentes países, sino que también hay muchas controversias en Estados Unidos, casos a nivel vacacional, varios factores que han provocado tener un año diferente al del 2017, impactando principalmente a hoteleros que se enfocan en ese mercado.
Aclaró que no se trata de cancelaciones, sino de tendencias al consumo, porque mucha gente va definiendo sus destinos para vacacionar cercanos a la fecha, por lo que Semana Santa será una temporada buena, pero porque se trata de mercado nacional y que llega de último momento y consideró que lo que hay “que evitar es bajar tarifas y seguir dando esa calidad”.
Como reveló REPORTUR.mx, Julián Balbuena, presidente del consejo de Administración de Bestday, dijo que los turistas siguen buscando los atractivos naturales de Quintana Roo y asegura que el tema de los de las alertas tampoco causó gran impacto, aunque refiere que en Quintana Roo, no sólo pueden disfrutar de sus vacaciones, sino de que sigue siendo un destino seguro para los visitantes.
La delincuencia se mueve en todas sus formas día y noche en Cancún y Playa del Carmen. La tendencia es a empeorar por falta de prevención. Los turistas siguen viniendo por los servicios ofrecidos en los grandes hoteles a tarifas convenientes. Aunque queramos ocultarlo, no se puede tapar el sol con la mano.