El periodista de Excelsior Darío Celis asegura en una columna suya que «a juzgar por el expediente número SV-016-2016, firmado por el secretario técnico de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), Sergio López Rodríguez, Alejandra Palacios y sus comisionados, tendrían que dar marcha atrás a la fusión Aeroméxico-Delta y revisar mejor el caso».
«Resulta que 14 días después de que Palacios y sus muchachos hicieron pública la resolución aprobatoria con las condiciones respectivas para que Delta, de Richard H. Anderson, adquiera hasta 49% de Aeroméxico, se le está demostrando a la Cofece que volvió a ser engañada, «después de las abiertas denuncias, que Aeropuertos y Terrenos S.A. (ATSA) ha realizado contra» Aeroméxico en el caso del Centro de Capacitación Alas de América.
Ahora ATSA denunció ante el regulador monopólico el expediente, en el que presentó y documentó la posesión de 50% de las acciones de ese centro que eran de la extinta Mexicana y que ahora Aeroméxico, de Eduardo Tricio y Valentín Díez Morodo, dice que son 100% de su totalidad.
El secretario técnico de la Cofece determinó cuatro cosas: acreditó a ATSA como tercer afectado, admitió la información que le proporcionó, inició la integración de este nuevo expediente y lo que es lo más relevante: se reserva el derecho de llamar a declarar a Aeroméxico y a Delta.
En esencia lo que tácitamente estaría reconociendo López Rodríguez es que la autorización que hace unos días votó el pleno de la concentración entre ambas aerolíneas se reconsideraría y que se abrirá una nueva investigación integrando la denuncia de ATSA (Denuncia de ATSA a Aeroméxico en 2010 se tuvo que escalar a Delta).