El auge económico que está mostrando especialmente Norteamérica y también el aumento de las clases medias en Latinoamérica ha llevado a que la inversión hotelera en el Caribe esté desplazándose de sus tres grandes polos —Cancún-Riviera maya, Punta Cana y Cuba— hacia el resto de destinos del Caribe, como desgrana este medio en su sección Fin de semana de análisis en REPORTUR.
Jamaica, Aruba, Costa Rica, Haití, Panamá, Turks&Caicos o las Islas Vírgenes son los enclaves turísticos donde está creciendo de forma exponencial el desarrollo de resorts particularmente por cadenas no españolas, aunque también las de ese país buscan ampliar su presencia en estos destinos emergentes.
Hoteleros de primerísima fila confirman esta nueva prioridad ante la cierta saturación a la que se pueden ver expuestos destinos como Cancún y Riviera Maya, con 80 mil habitaciones ya, que pese a contar con muchas ventajas como las conexiones aéreas y unas culturas locales ‘pro-turismo’, pueden perder encanto para el viajero que busca más personalización, además de que las buenas temporadas últimas han hecho que los precios se hayan puesto por las nubes (La zona hotelera de Cancún “no da para más” según la OVC).
Así, Costa Rica o Panamá han venido sumando nuevas aperturas de resorts como de Sunwing, AMResorts o Riu, mientras Aruba también acogerá el desembarco de enseñas como Iberostar o de la cadena de Apple Leisure Group, mientras espera que las próximas elecciones en Estados Unidos clarifiquen su entrada en Cuba (Sunwing compra a Barceló el Allegro Papagayo de Costa Rica).
Cadenas como la colombiana Decameron o la jamaicana Sandals son ejemplos de dos enseñas que han sido capaces de convertirse en hoteleras de enjundia sin necesidad de estar en los tres grandes polos del Caribe, lo que de alguna forma prueba que en el resto de la zona pueden conseguirse también resultados fructíferos (Decameron se despide del 2015 con 91% de ocupación promedio).
En Jamaica, donde los españoles ya cuentan con una amplia presencia, acaban de abrir un Courtyard by Marriott mientras H10 ultima la apertura de dos cinco estrellas que se sumarían a los planes anunciados por Karisma o de la mexicana Palace Resorts, la mayor cadena mexicana en Cancún.
Las Islas Vírgenes, que como Jamaica viven un ‘boom’ en la llegada de turistas, acaba de anunciar la inversión de Ashford en el Ritz-Carlton, mientras en Haití, donde la colombiana Decameron se ha hecho con el antiguo Club Med, esperan seguir captando el interés de una zona que según los inversores, “recuerda a las mismas condiciones que tenía Punta Cana cuando no había desarrollos”.
La apertura de Cuba y la consolidación del Caribe para los estadounidenses, en paralelo a que se disparan las cifras de latinos que se desplazan a los resorts de la zona, ha hecho que algunos destinos ya sean percibidos como maduros para la inversión, y que sobre los emergentes se perciba una mejor relación calidad-precio.
Puerto Plata, Juan Dolio…