Ante el creciente interés en Cuba y su potencial a mediano plazo como destino turístico, el sector hotelero de Cancún ve como una oportunidad la posibilidad de crear un circuito multidestino entre el Caribe mexicano y la isla, tanto que ya se trabaja con la Secretaría de Turismo en una agenda de integración turística, informa El Economista.
Lina Pedraza, ministra de Finanzas y directora de Inversión Extranjera de la isla, dijo que la apertura de Cuba no es ningún riesgo o afectación al turismo, pues incluso ya se trabaja con la Secretaría de Turismo de México (Sectur) para el desarrollo de un programa de integración turística entre ambas naciones, por lo que la apertura cubana a las inversiones y los turistas provenientes de Estados Unidos y otros países, no afectará la economía turística de otros destinos en la región.
Tanto, Carlos Gosselin, presidente de la Asociación de Hoteles de Cancún y Puerto Morelos como Jesús Almaguer, dirigente de la Oficina de Visitantes y Convenciones coincidieron en que la idea del multidestino entre el Caribe mexicano y Cuba ya tiene un tiempo y es una buena posibilidad de negocio provechosa para ambas partes.
Sin embargo particularizaron, Gosselin habló de la necesidad trabajar en temas de conectividad aérea y capacitación para estandarizar los niveles de calidad con miras a ofrecer experiencias similares. En tanto Almaguer Salazar resaltó que la isla caribeña carece por mucho de la infraestructura turística para manejar los flujos de turismo que hoy tienen Cancún y la Riviera Maya. Aunque reconoció que en el largo plazo Cuba podría convertirse en una seria competencia para el Caribe mexicano, por lo que es necesario aprovechar ahora la viabilidad de crear destinos complementarios antes que rivales.
Desde que se anunció el inicio de negociaciones entre Estados Unidos y Cuba, el interés por la isla se ha incrementado, hace unas semanas informamos que Robin Hayes, presidente de la aerolínea estadounidense JetBlue, estuvo de visita en La Habana en dónde manifestó al gobierno de Cuba su interés por aterrizar en varios de los aeropuertos de la isla en cuanto estén las reglas claras para operar y así encabezar el inicio de los vuelos directos desde Estados Unidos a Cuba.