En julio, Juan José Hidalgo pasó de la depresión a la euforia en un par de semanas. Los problemas familiares y el infarto lo sumieron en la tristeza. Pero su recuperación fue más que paulatina, tras verle las orejas al lobo y sobre todo, después de saber que IAG y un empresario ruso se habían interesado por Air Europa.
La de IAG no fue en primera instancia una pedida de mano en toda regla, tan rotunda como la del dueño del aeropuerto de Moscú. Además, el grupo que engloba a British e Iberia sólo estaba tanteando la situación, viendo los números de forma indolente, un simple escarceo. El ruso Usmanov, por el contrario, estaba mucho más motivado.
En IAG, cuando desde preferente.com se le repreguntó a una fuente del grupo si estaba cortejando a Air Europa, ésta se limitó a decir que “es una compañía que funciona muy bien, con buenos aparatos y unos resultados que pueden calificarse como satisfactorios”. Pero ni confirmaron ni desmintieron que fueran a comprarla.
El acercamiento de IAG no lo ocultó Hidalgo a los representantes del grupo ruso que lidera el empresario Alisher Usmanov y probablemente lo utilizara como herramienta negociadora. El ruso quiere darle vida al aeropuerto moscovita y considera que Air Europa es una compañía estratégica para él, sobre todo por su potencial en Latinoamérica, donde se posiciona y crece con fuerza.
Ante el interés desmedido de los rusos, el presidente de Globalia, listo por naturaleza, les dice que si quieren Air Europa han de quedarse también con todo el grupo, que Air Europa sin sus patas de apoyo, Halcón y Travelplan, queda un poco coja. Y los moscovitas responden, última semana de julio y primeras de agosto, que sí, que les va bien el Grupo Globalia, incluida la cadena hotelera Be Live.
Mientras en Moscú el empresario Usmanov debatía si quedarse sólo con Air Europa o con Globalia, desde IAG se produce otra llamada, otro cortejo pero sin llegar a la muestra de cariño tan intensa de los rusos. En IAG pedían números mientras negociaban con los sindicatos de élite y de base un nuevo recorte salarial. E Hidalgo disfrutaba tras el desprecio años atrás de un Blesa que se opuso a su entrada en la compañía de bandera.
En pleno éxtasis, haciendo y deshaciendo a su antojo, “sin que nadie que me moleste”, Hidalgo comunica de forma velada que va a salir a Bolsa. Alguien le sugiere que contrate a N+1 para darle una pátina de seriedad al proyecto de venta del grupo, para el cual el salmantino no tiene prevista una salida al parqué: ni es su intención ni está capacitado para dar explicaciones al Mercado de Valores.
El objetivo de Hidalgo es vender y así se lo comunica a los socios, desde Matutes a las entidades financieras –Popular y Unicaja- y a su familia, hijos, ex mujer y hermano. ¿Qué pide Hidalgo por Globalia? Su deuda, que es elevada; la del grupo, muy similar a la del presidente; y un beneficio aparte cifrado entre cien y doscientos millones de euros. Con 72 años se retiraría a lo grande.
En plena ‘due diligence’ de los rusos, con Matutes harto pero no descontento del todo por la plusvalía de la venta de sus acciones, Hidalgo ya no oculta el interés de los moscovitas. Los rusos han escrutado los números y han dicho que sí por el buen comportamiento de Air Europa y pese a lo mal que anda Halcón, lo regular que camina la hotelera y el enmarañamiento de sociedades.
Pero surge un tercer pretendiente. O sea, más baraka para un Hidalgo que ha dejado de ir a Dominicana -MB: mejor que no aparezca por aquí, don Pepe- y nunca mejor empleado el término de baraka. Más fino que decir una flor en el culo. Otra palabra en árabe que le viene como anillo al dedo: marhaba. Es decir, suerte, paz, bienvenida… A vender ante la que se avecina en el tiempo entre costuras de sus finanzas.
Tan locos estan los rusos???