El Palomar, el aeropuerto alternativo que podría ser la puerta de entrada para las líneas aéreas de bajo costo -especialmente de FlyBondi que viene anunciando el uso tentativo de este espacio-, está demorado respecto a sus definiciones.
Hay un marco regulatorio que dificulta convertir a este aeropuerto para la aviación comercial, ya que El Palomar está destinado a uso militar y administrado por la Fuerza Aérea. Para avanzar es preciso un decreto presidencial para cambiar el uso del predio y luego reacondicionarlo para que pueda operar. Otras versiones, consideran que no es necesario ese paso burocrático ya que el aeropuerto tiene la calidad de «aeródromo público».
Según publica La Nación, en el Gobierno se preguntan cómo desatar esta cuestión como para poder acercar al predio la inversión privada, como en el resto de aeropuertos nacionales. «Quizá haya que ponerlo dentro del Sistema Nacional de Aeropuertos», dijo una fuente que está sobre este expediente.
La solución que más seduciría al gobierno es entregar el predio, o parte de él, a una iniciativa privada que desembolse la inversión para el desarrollo de tráfico de pasajeros.
Sin embargo,una concesión de este tipo merecería pasar por un proceso licitatorio más aún con las acusaciones de la ampliación de oferta de vuelos domésticos. (Avanza la causa del “caso Avianca” en que está involucrado Macri) Ninguno de estos procedimientos tiene los tiempos que pretende el mercado y el Gobierno.